EL PODER DE UNA HAMBRUNA (escasez)

 

EL PODER DE UNA HAMBRUNA (escasez)


La porción de la Torah para esta semana comienza en Génesis 12 con Dios llamando a Abraham a que saliera de su tierra rumbo a un trayecto espiritual—un trayecto con más vueltas y subidas y bajadas que una montaña rusa. YHVH le dijo: “Sal de tu tierra, de tu familia y de la casa de tu padre, a una tierra que yo te mostraré” Hemos escuchado esta historia de Abraham siendo llamado de su tierra gentil y pagana y como Dios convirtió a sus descendientes en una gran nación tan numerosa como la arena del mar y las estrellas del cielo. Miramos con gran admiración la valentía de Abraham. Su valentía le permitió a él dejar a su familia, su hogar y el lugar donde él había crecido para encaminarse a una “frontera peligrosa” sin tener idea de adónde iba y sin poder probarle a nadie de los que venían con el que no estaba loco.

 


¿Cuántos de nosotros empacaríamos todo lo que tenemos en su casa y junto con nuestra familia agarrar camino siguiendo una visión o un sueño sin tener idea para donde vamos y sin una respuesta real para los niños en la parte trasera del vehículo cuando le preguntan: “¿Ya llegamos?” Abraham lo hizo.

 

 ¿Cómo hizo Dios que Abraham se fuera a donde él tenía que estar? Con una hambruna.

Poco después que el dejara su pueblo natal, Abraham se detuvo en Siquem para hacer un altar y ofrecer sacrificio a YHVH, haciendo un pacto con El. En este punto, probablemente una de las peores cosas que lo podrían pasar a un hombre en un viaje, pasó. Génesis 12:10 dice: “Y hubo hambre en la tierra; y Abraham descendió a Egipto para pasar allí un tiempo, porque el hambre era severa en la tierra.” Después de un tiempo en Egipto, Abraham y Sarah salieron de allí prácticamente ricos después de que Faraón descubriera que Sarah era de hecho la esposa de Abraham y no su hermana. Por miedo a ser maldecido, Faraón les dio de todo de lo que Dios le había dado a él en Egipto y ellos continuaron su viaje.

 

Ahora vayamos a Génesis 20 donde encontramos que después de la destrucción de Sodoma y Gomorra, Abraham se dirigió al sur rumbo a Gerar. Allí el hizo un pacto con Abimelec, el rey de los Filisteos y habitó allí por muchos años también. El engañó a este rey de la misma manera que había engañado a Faraón diciendo que Sarah era su hermana.

 

Después de la muerte de Abraham y Sarah, su hijo Isaac, llevó a su esposa Rebeca y a sus hijos a Beer Lahai Roi donde habitaron cerca del pozo de Ismael hermano de Isaac (Génesis 25) Aquí no era donde Yahveh quería que estuvieran. Recuerde, Yahveh originalmente causó una hambruna para mover a Abraham a Egipto para bendecirlo lo suficientemente como para que el tuviera el poder de hacer un pacto con Abimelec en Gerar—el lugar que Yahveh quería que estuviera. Isaac se había ido de Gerar y se había quedado viviendo en otro lugar. ¿Entonces que hizo el eterno para que el regresara al lugar donde Dios le había dicho a Abraham que habitara? Si, precisamente una gran hambruna.

Génesis 26:1 “Y hubo hambre en la tierra, además del hambre anterior que había ocurrido durante los días de Abraham. Y se fue Isaac a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos.”




Este es el mismo Abimelec que hizo un pacto con Abraham y le permitió a él cavar pozos y vivir en esa región. Entonces Isaac bajó a Gerar y, al igual que su padre, por miedo a morir, convenció a Rebeca que le dijera a Abimelec que ella era su hermana. Una vez más, Abimelec fue engañado y lo cual lo llevó a hacer un pacto con Isaac en circunstancias similares como las de su padre Abraham. Abraham había recibido muchos bienes en recompensa por su bendición mientras que Isaac tenía la protección total del rey para morar en esa tierra. Este increíble verso dice:

Génesis 26:12 “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año 101%. Y el SEÑOR lo bendijo”

 

Esta sorprendente escritura tiene una promesa que todos necesitamos comprender y reclamar. Isaac sembró en el lugar donde Dios lo había puesto y el cosechó al 101% ese mismo año. Y todo comenzó con una hambruna, esta palabra que está relacionada con tierra seca, animales muertos y pozos vacíos. Hambruna, mis amigos, es lo que trajo a Abraham y a Isaac a una increíble riqueza en el mundo material y en lo espiritual.

¿Puede usted pensar en alguien en la Biblia que llegó a ser rico debido a una hambruna? Si, así es, José.

José fue arrojado a una cisterna por sus propios hermanos, falsamente acusado por un alto general, y puesto en prisión por tres años (de acuerdo con el libro de Jubileos) adonde el esperaría su destino. Pero, así como Isaac, él no se iba a lamentar. Él no se quejó. El no dijo: “Hey, soy yo!” El sembró mientras estaba en prisión y su siembra fue recompensada en gran manera. Una gran sequía de siete años causó que cosechara al “ciento por uno”, y aun “al mil por uno”

¡Todos estos tres ejemplos de estos increíbles patriarcas están alrededor de una HAMBRUNA!

 


Desglosemos esta palabra para ver exactamente lo que significa en el hebreo. Hambruna es deletreada “resh”, “ayin”, “beit” y es pronunciada “raab”. De hecho, no significa “hambruna” literalmente o “sed” pero es la palabra para “hambre o tener hambre”.

La belleza detrás de esta palabra es sorprendente cuando se aplica a las historias antes mencionadas. Muchas veces el Padre celestial quiere bendecirnos más, pero no estamos en el lugar donde realmente lo estamos buscando a él, o escuchando su voz debidamente. Entonces El crea el ambiente de “hambre”. El comienza a quitar cosas en nuestra vida, a mover los cables y a quitar algunos que hemos usado para satisfacer nuestros apetitos. El hace que “sintamos hambre”. Cuando comenzamos a sentir el dolor del hambre en cualquier área que Él lo permita, entonces comenzamos a clamar su nombre en una mejor manera.

El dolor y el hambre crean una necesidad y Él sabe que generalmente las personas lo buscan a Él solamente cuando necesitamos algo—he allí otra razón por la cual somos llamados niños, a quienes buscan a sus padres para pedirle cosas que no tienen.

 

El propósito de una hambruna (escasez), el hambre y el dolor, es movernos al lugar donde Él nos puede bendecir con “toda bendición espiritual”. Cuando huimos del dolor, nos quejamos de los cambios radicales en nuestras vidas y culpamos a Dios cuando las cosas no salen a nuestra manera, evitamos que nosotros mismos recibamos la bendición que nos espera en “Gerar” Ya sea que estés en una prisión física, o en tu propia prisión, o solamente estas teniendo un mal día, SIEMBRA donde quiera que estés y alábale a Él por las bendiciones que Él ya ha preordenado para ti. ¡Ten FE! ¡Tu cien por uno está literalmente bajo tus pies! YHVH usa las pruebas, tribulaciones y aun los días malos para llamar tu atención de manera que clamemos Su Nombre y nos acerquemos más a Él. ¡Él QUIERE DARNOS MAS! Pero Él no puede darnos hasta que no estemos preparados y por eso envía a que haya una necesidad. POR ESTO es por lo que El permite que haya hambrunas (escasez) en nuestras vidas. ¡El crea una necesidad de manera que Él pueda darnos más de lo que pudimos haber tenido antes que El! ¡Entonces alábale a Él en medio de la tormenta!  

 

Jim Staley

Shalom, Shavua Tov

Comentarios

  1. El Eterno obra en maneras inimaginables y permite que pasemos por lugares para mostrarnos su fidelidad y gran amor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El significado de YHVH esta en "Yeshúa HaNetzarin VeMelej HaYehudim"

TERGIVERSACION EN MATEO 7:23

Yeshua ben Yosef (el siervo suficiente) y Yeshua ben David (el mesías glorioso).