¿QUÉ SIGNIFICA SER POBRE EN ESPIRITU?

En nuestro caminar espiritual con el Creador, no puede haber algo más perjudicial o más dañino para alcanzar nuestro potencial que poseer mucho de lo terrenal. Mateo 5:3 dice, “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.” Estas palabras no son solamente una aseveración teológica sino una fórmula de como poseer todos los tesoros del cielo…siendo pobres en espíritu. ¿Pero cómo se ve realmente esto? En breve, el hombre debe de rechazar el deseo carnal de su corazón de poseer la tierra.

¿Estoy sugiriendo que es malo ser rico o tener muchas posesiones materiales? Definitivamente no. Posesiones de este mundo no tienen nada que ver con la espiritualidad. Es cuando esas posesiones lo posesionan a usted que el veneno de este mundo dañado comienza a penetrar el alma del hombre de lo que realmente desea. Y no puede haber mejor ejemplo de esto que la historia de Abraham y la historia del hombre rico en Lucas 18

Abraham era rico en las riquezas de este mundo pero él no “poseía” nada. Cuando Yeshua probó al hombre rico diciéndole que vendiera todo para que el pudiera entrar al reino del cielo, Él no estaba creando una teología de que para entrar en el reino del cielo uno debía ser pobre. Él lo estaba probando para ver cuánto estaba su alma conectada con las posesiones y cuanto sus posesiones habían “poseído” su alma. No tenía nada que ver con las cosas materiales que el tenia sino más bien con cuanta fuerza él estaba aferrado a ellas. ¿Dónde estaba su fidelidad? Él era un hombre que aparentemente era obediente a los mandamientos pero su fuerte conexión a las cosas de este mundo no le permitía recibir el reino de Dios. Sin saberlo había entrado en idolatría en su corazón.

Entonces, ¿Qué significa ser “pobre en espíritu”? Un hombre puede ser rico en este mundo, tener todo el oro, plata, ovejas y todo el ganado de Abraham y aun toda la riqueza de Salomón, pero si el espíritu del hombre está atado a estas cosas, el no tendrá espacio para el reino de los cielos. El espíritu del hombre debe de ser pobre en las cosas de este mundo. El hombre físico puede ser rico y su cuenta de banco puede estar llena, pero su hombre interno no debe de estar atado a eso de ninguna manera. Así como esa prueba que le hicieron al hombre rico, al hombre espiritual no le importa si le quitan todas sus posesiones en un instante porque el comprende que él tiene el reino de los cielos en sus manos. Y eso es todo lo que él desea. Este es el verdadero significado detrás de “los pobres en espíritu heredaran el reino de los cielos.”

¿Ha permitido usted que las cosas de este mundo definan en parte quien es usted y ha alimentado sus inseguridades? ¿Está usted deseando cosas solamente para que otros lo vean, o para sentirse bien usted mismo? Si eso es así, lo aliento a que examine cuanto de sus posesiones lo están poseyendo a usted. Pídale al Padre que remueva “cosas” de su corazón para que su espíritu sea pobre. Porque solamente cuando el espíritu es pobre, es cuando es realmente rico.

En la parábola del hombre insensato Yeshua nos advierte: ¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes. Y luego nos expone un claro ejemplo de que sucede cuando nos aferramos a lo material sin importarnos nada.

—El terreno de un hombre rico le produjo una buena cosecha. Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha”. Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche vendrán por tu alma. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?”

»Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios». Lucas 12:13

Shalom.