MENTALIDAD DE REINO
MENTALIDAD DE REINO
Las 7 Parabolas del Mesías
El término "parábola" significa comparación (o semejanza), el nombre dado por los rectores griegos a toda ilustración ficticia en la forma de una breve narración. Más adelante pasó a conocerse como narrativa ficticia, aludiendo generalmente a algo que puede ocurrir de forma natural, y por el cual se precisan asuntos morales y espirituales.
Las parábolas se caracterizan por la expresión de conceptos espirituales.
Era una forma de enseñar verdades profundas, y permitir a las mentes inquisitivas y abiertas, buscadoras de la verdad, hallar el entendimiento correcto de aquello que Jesús el Mesías deseaba transmitir.
- El sembrador (Mateo 13:1)
- El Trigo y la Mala Hierba (Mateo 13:24)
- El grano de Mostaza (Mateo 13:31)
- La Levadura (Mateo 13:33)
- Un Tesoro escondido (13:14)
- La Perla preciosa (Mateo 13:44)
- La Red de los Peces (Mateo 13:47)
Es el número de parábolas. Y es este un número sagrado, que significa lo completo, por determinación divina, referente a los propósitos de Yahveh.
¿Qué es lo más importante de esta serie de 7 parábolas?
Indudablemente, cada una tiene una interpretación diferente. Sin embargo, el punto central da cada una de estas 7 parábolas, es la frase:
El reino de los cielos ha llegado a ser semejante a
He aquí el punto clave para poder entender acertadamente estas parábolas. Que cada una de las 7 manifiestan diversos aspectos de una misma realidad: El Reino de los Cielos.
Jesús quería que sus discípulos entendieran mejor qué era el Reino de los Cielos. Por eso inició cada parábola (a excepción de la primera, que estaba conectada a las otras 6) con esta frase:
El reino de los cielos ha llegado a ser semejante a
Obviamente la pregunta es: ¿qué es, según Jesucristo, el Reino de los Cielos?
Entender realmente qué es el Reino de los Cielos, y los diversos aspectos que se ilustran mediante estas 7 parábolas, son parte de "los secretos sagrados del Reino de los Cielos".
No se puede entender acertadamente esta serie de parábolas cuyo objetivo es enseñar sobre el Reino de los Cielos, y dejar de lado qué es este Reino.
Así que, antes de considerar cada una de estas parábolas, es importante reconocer el punto común y central de las 7: El Reino de los Cielos, para poder verlas en una visión global.
El Reino de los Cielos es, según lo explicó Pablo en Efesios 1:9-11
Por cuanto nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo para una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra. Sí, en él, en unión con el cual a nosotros también se nos asignó como herederos, por cuanto fuimos predeterminados según el propósito de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera como su voluntad aconseja.
Efesios 1:9-11
El Reino de los Cielos es la administración que Dios se propuso de acuerdo a Su Voluntad, una administración que reúne a 2 grupos de personas. Pablo lo señala como las "cosas en los Cielos" (los 144.000) y las cosas en la Tierra, quienes vivan bajo la gobernación del Reino de los Cielos.
Nótese que la reunión de ambas cosas (las de los Cielos y la Tierra) son, según la Voluntad de Dios, y son parte del secreto sagrado de Dios.
Así que Jesucristo, en quien "cuidadosamente ocultados están TODOS los tesoros de la sabiduría y del conocimiento de Dios", es quien conoce y entiende lo que es el Reino de los Cielos, y progresivamente ha administrado este conocimiento a quienes se haya concedido. Porque, según lo estableció el mismo Jesús, el entendimiento de estas parábolas son parte de un secreto sagrado. Y los secretos sagrados encerrados en estas parábolas, entran en la categoría de aquellos entendimientos y revelaciones de los que señaló el fiel José:
"¿No pertenecen a Dios las interpretaciones?" (Génesis 40:8)
Pero, llamativamente, existe esta cita bíblica sobre el Reino de Dios, que dice dónde está el Reino:
Pero cuando los fariseos le preguntaron cuándo vendría el reino de Dios, les contestó y dijo: “El reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable, ni dirán: ‘¡Miren acá!’, o, ‘¡Allá!’. Porque, ¡miren!, el reino de Dios está en medio de ustedes”.
Lucas 17:20-21
Dijo Jesús que el reino de Dios, o Reino de los Cielos, está en medio de ellos, es decir, de los fariseos. La palabra griega que se traduce "en medio", significa algo que está dentro, metido en un lugar. Se ha tomado esta traducción como medio para enseñar que el Reino de Dios está en el corazón del creyente, como una realidad espiritual.
El Reino de los Cielos es una realidad espiritual que Dios hace existir en el corazón del creyente. Realidad espiritual que se manifiesta externamente por medio de ese gobierno que ve en visión Daniel, y que es dado a un Hijo del Hombre y a los Santos del Supremo, y que alcanza una expresión plena cuando la Tierra esté llena del "conocimiento de Dios, como las aguas cubren el mismísimo mar".
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El verdadero cielo no es el cielo que vemos con nuestros ojos, el verdadero cielo es el escenario donde se desarrolla la vida espiritual, la cual ocurre en nuestro ser interior. El mundo exterior que percibimos con nuestros cinco sentidos y el que descubrimos a través de la ciencia y la tecnología es solo una imagen del universo espiritual infinito que está dentro de nosotros pero que no podemos captar en su plenitud por las limitaciones de nuestra mente y la dureza de nuestro corazón. Si Dios nuestro amado Padre nos concede la gracia de abrir nuestro entendimiento, Él nos envía a su Hijo, el Verbo, gracias al cual podremos progresivamente ir descubriendo ese nuevo y verdadero cielo que como ríos de agua viva subyace dentro de nosotros mismos.
El reino de los cielos esta dentro de ti
No se puede buscar el reino de Dios si no sabemos primero que ese reino se está construyendo dentro de tu propio cuerpo mortal para que la bestia que habita en ti (la mente terrenal), pueda ser destruida y un hombre nuevo se pueda formar a la imagen del Hijo de Dios (la mente de Cristo), el cual será el nuevo Adán que regirá junto con Cristo el nuevo mundo por venir.
No podemos buscar el reino de Dios mientras estamos buscando la riqueza material y colocando el engaño de las riquezas por encima del reino de Dios, o por el contrario, renunciando a todo cuanto tenemos, creyendo que así hallaremos a Dios. Sólo podemos encontrar el reino de Dios cuando sabemos cuál es la Verdad, y la Verdad es Cristo.
No podemos buscar el reino sin primero buscar el rey. El rey es la verdad y la vida, el rey y el reino son la misma cosa. El rey es Cristo Jesús, y El es su Palabra (su doctrina, su evangelio, su enseñanza). Cuando entiendes su Palabra estas conociendo a Dios El Padre y a su Hijo Jesús El Cristo, y si conoces a Cristo tienes vida eterna en ti mismo, y habrás encontrado el tesoro escondido, el reino de Dios.
"Dios, la Luz admirable, ha decidido plantar el Árbol de la Vida en el nuevo Edén, el cual está en tu mente y en tu corazón. Al ser sembrada la semilla de la Palabra en ti, ese maravilloso árbol de vida crecerá hasta ser el más grande del universo".
Deu 30:11 Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance.
Deu 30:12 No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?"
Deu 30:13 Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?"
Deu 30:14 Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes.
Pero todo esto que acabas de leer no se cumple de un día para otro, por lo contrario es un proceso que dura toda tu vida física, siendo tu propio cuerpo y mente, el escenario de una lucha sin tregua ni cuartel entre dos grandes y poderosos enemigos: el hombre terrenal (la Bestia) que hasta ahora reina sobre tu alma (por un poco de tiempo) y el hombre espiritual (el Cristo); el nuevo conquistador que vencerá y destruirá a la Bestia, a las falsas doctrinas de la Iglesia Apostata, y a Satán, el rey de este Mundo y su Imperio de Muerte.
Lucas 17:20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles,
Lucas 17:21 ni dirán: "¡Mirad, aquí está!" o: "¡Allí está!" Porque he aquí, el reino de Dios entre ( dentro de ) vosotros está.
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
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